Contra la estrategia de derrocamiento del gobierno de España

Al caminar por las calles te cruzas con personas que alardean de decir en alto que este gobierno solamente ha provocado ansiedad en la gente y que solo miente. La inverosimilitud de tales palabras, la rabia y, al mismo tiempo, el orgullo con que se dicen, ni es casual, ni fruto de la escucha de las comparecencias y ruedas de prensa informativas del gobierno durante la crisis del Coronavirus. Están alimentadas por el odio y la intencionalidad de PP y Vox de derrocar por cualquier medio, no solo al gobierno, sino también al sistema democrático.
Una oposición constructiva no entra en los cálculos de estos grupos políticos, que se sienten con el derecho de imponer su discurso de la descalificación y el insulto, distorsionando los datos para su propósito. Desde la tribuna que les ha concedido las urnas denigran la acción política, la gestión profesional de una crisis y revuelven los intestinos de sus votantes aprovechando el miedo y la ansiedad que la incertidumbre laboral, la precariedad y el confinamiento crea en ellos.
Frente a la serenidad para mantener la paz social y a las recomendaciones del personal sanitario no han tenido argumentos ni visión política de altura que les permitiera salir airosos. En su defecto, escondiéndose de sus privatizaciones y recortes, han elegido el camino sinuoso y vil de encender la mecha irracional, trayendo al presente incitaciones y maniobras del pasado franquista; fomentando un polvorín entre la propia ciudadanía y en las fuerzas de seguridad del Estado aprovechando el cese de altos cargos de la Guardia Civil.
La Gran Derecha bajo ningún concepto puede tolerar que las riendas de los grandes “negocios” y la trampa de la falsa democracia se les vaya de las manos. Está dispuesta a utilizar todos los recursos a su alcance para detener un cambio respecto de sus intereses económicos y de poder, algo que se manifiesta claramente en el uso de los medios de comunicación privados de más audiencia.
A vosotros, que estáis hostigando la democracia bajo denominaciones engañosas y mediante manipulación, escupiendo la palabra comunista como lo hicierais para alentar la insurrección que llevó al Golpe del 36. No soportáis una democracia real y no vais a cambiar. Os habéis quitado la máscara de nuevo. Os vemos venir. Estamos preparadas. Con las emociones tranquilas. Con la razón. Con el asesoramiento de las personas que ejercen su labor profesional para el bien público, para ayudarnos entre toda la ciudadanía contra la enfermedad, la precariedad y el veneno. Con la esperanza de que buena parte de las personas que ahora os siguen se quiten la venda de los ojos y apoyen con nosotras los cuidados y una vida digna para todas las personas.