Resumen histórico del Franquismo

La verdad no admite mitos, ni la razón neutralidad.

Por lo general, la memoria histórica sobre el golpe de Estado del 36 contra la II República y la posterior dictadura franquista, suele centrar su crítica en los aspectos ilegales, criminales y antidemocráticos, pero descuidando otros que, por desconocimiento general y sobre todo por parte de la juventud, permiten a la ultraderecha actual mantener un discurso de falso nacionalismo, cuando detrás de esos excesos en simbologías patrioteras se esconde justo todo lo contrario, la traición al pueblo español.
Los 40 años de dictadura representan uno de los episodios más sórdidos de la historia de España, comparable al reinado de Fernando VII. Si a Fernando VII se le apodó “el Felón”, Francisco Franco merece pasar a la historia como “el Traidor”. Primero, durante la República, traicionó al legítimo gobierno surgido de las elecciones, después a la propia República, al mismo tiempo, gracias a la oportuna y sospechosa muerte del monárquico general Sanjurjo, al que sustituyó como lider golpista, también traicionó a la monarquía forzando el exilio permanente de Don Juan III aspirante a rey, más tarde traicionó a sus supuestos socios ideológicos, deshaciendose de los líderes falangistas menos dóciles y años después, cuando sus aliados, los nazis alemanes y fascistas italianos, comenzaron a ser derrotados en la Segunda Guerra Mundial, Franco los traicionó y se pasó al bando de EEUU. Estos indiscutibles hechos históricos, definen claramente la trayectoria política de Franco, una astucia oportunista en beneficio propio y de los poderes que le sustentaron, y que en ningún caso representa una dignidad honorable.
Que entrando en la segunda década del siglo XXI, todavía perduren los mitos que creó el franquismo, sólo se puede entender por una permanente complicidad institucional por ocultar la verdad. Hagamos un poco de memoria histórica.

Franco, por sus hechos le conoceréis.

La infancia y juventud de Franco transcurrió en un entorno militar, autoritario y machista. Su voz aflautada y aspecto físico le creo un ambiente hostil; en su paso, poco brillante, por la Academia Militar, le llamaban Franquito y, en su primera etapa africana como capitán, su jefe, el general Sanjurjo, le llegó a llamar “Paquita culona”, pero después le fue ascendiendo hasta General y “Cuquito”. Las fulgurantes carreras militares de Franco y otros, en la guerra de África, se deben al compadreo de autoascensos y del clientelismo corrupto, algo perfectamente documentado en los informes del general Picasso. La guerra del Rif, teniendo en cuenta la notable superioridad del ejército español, fue un desastre, un baño de sangre dónde se repartían títulos, honores y prebendas en función de la crueldad y el sacrificio inútil de miles de soldados, pero despreciando la inteligencia y los méritos profesionales.
De la mano de Millán Astray, Franco fue un aventajado meritorio en crueldad y abuso del poder, paliando así ante sus compañeros la imagen y complejo de poco viril.
Tras la llegada de la República, el gobierno derechista pone a Franco al frente de la represión militar, muy violenta en Asturias, consiguiendo felicitaciones y ascensos. En 1936 el nuevo gobierno del Frente Popular le destina a Canarias, donde discretamente participa en la conspiración y organización del golpe militar. Pese a la complicidad de una importante parte del ejército, la Iglesia, la alta burguesía, importantes traficantes y las potencias fascistas, el golpe de Estado no triunfa, la mayoría de la población, especialmente los obreros de las ciudades, se oponen a los golpistas. Estos obreros, junto a militares y guardias civiles, organizan unidades mixtas que consiguen frenar el avance del Ejército golpista y el territorio español quedó dividido entre los fieles a la República y las fuerzas sublevadas.
Cincuenta días después de iniciada la sublevación, en Londres, las principales potencias cercanas, Francia, Inglaterra, Italia y Alemania, acuerdan un tratado llamado de “No Intervención”, pero que en realidad fue de bloqueo para la República y participación directa a favor de los golpistas por parte de Italia, Alemania y Portugal. Inmediatamente, los generales amotinados, siguiendo el modelo de las dictaduras fascistas, nombran a Franco, Generalísimo de los ejércitos y Jefe de Estado, el golpe de estado se transformó así en la llamada Guerra Civil que duraría tres años.
La República solo contó con los mermados suministros de México y Rusia que conseguían romper el bloqueo de las marinas alemana e italiana en el Mediterráneo. Por el contrario, el franquismo dispuso de recursos ilimitados, no solo de Alemania e Italia, también la gasolina de Estados Unidos, la suministrada por traficantes desde Gibraltar y la valiosa situación geoestratégica de Portugal. Pese a la desigual correlación de fuerzas y ante la sorpresa internacional, la República continúo resistiendo. El 30 de septiembre de 1938 los gobiernos de Inglaterra, Francia, Alemania e Italia, firman el “Pacto de Munich”, que en la práctica significó el verdadero inicio de la Segunda Guerra Mundial, el acuerdo permitía al fascismo invadir países y expandirse hacía el este, buscando su enfrentamiento con la URSS, pero también incluía la entrega definitiva de España al fascismo.
Finalizada la guerra en España, la dictadura continúo con su política represiva bajo un Estado de terror que ejecutó a miles de personas, la mayoría por simples discrepancias ideologías con el Nacionalcatolicismo.

II Guerra Mundial, no hay
aliados, solo intereses

Extendida y generalizada la Segunda Guerra Mundial, Franco aportó para la industria de guerra alemana, los mejores recursos mineros, bases militares, algunas de gran valor estratégico, sobre todo para los submarinos; también gran parte de la escasa producción agrícola. Esto último contribuyó a agravar la hambruna que sufrían la mayoría de españoles. En el plano militar, dado el desgaste por la guerra, esa colaboración se limitó a enviar la División Azul al frente este que, presentada como voluntarios contra el comunismo, buscaba no enfrentarse a Estados Unidos e Inglaterra. Merece tenerse en cuenta que para los nazis que controlaban el continente europeo, abrir un frente bélico en España tenía más peligros qué ventajas.
La derrota alemana en Stalingrado marcó el declive Nazi y desencadenó una carrera contra reloj entre Estados Unidos y la URSS por recuperar el máximo territorio posible. Ante este giro de la guerra, el franquismo cambio de chaqueta y se pasó al bando de Estados Unidos, con quién siempre había mantenido discretas pero estrechas relaciones. Esa entrega salvó a Franco de caer junto con sus compañeros fascistas de Europa.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, España se incorporó al club de dictaduras protegidas y controladas por el imperialismo de Estados Unidos, una tutela y sumisión que se sigue manteniendo e incluso aumentada, 44 años después de muerto el dictador.

BIBLIOGRAFÍA
-JUAN PANDO DESPIERTO.: Historia secreta de Annual, Temas de Hoy, 1999. -ANTONIO MARQUINA.: La diplomacia vaticana en la España de Franco…, CSIC, 1982. -FERNÁNDEZ LIRIA, C., CASADO ARENAS, S. & OURO, D.: ¿Qué fue la Guerra Civil?, Akal, 2017. -JAVIER TUSELL.: La dictadura de Franco, Altaya, 1996. -ANTONIO VIÑAS.: Los pactos secretos de Franco con EEUU, Grijalbo, 1981. -BENEROSO SANTOS J.: Franco en Gibraltar, marzo de 1935. Antecedentes, desarrollo y consecuencias de una conspiración silenciada. ImagenTa editorial. 2018 -RAFAEL BORRÀS BETRIU.: Los últimos Borbones, Flor del viento, 1999.

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